Llega un momento, ese momento, en el que tu vida y tu mente dan una vuelta de 360 grados.
Llega un momento, ese momento en el que todo comienza a fluir, a tener sentido y a encajar.
¡Ese momento!
Gente que entra en tu vida de forma inesperada y que empieza a aportarle otro enfoque a todo tu caos interior.
Gente que sale de tu vida dejando hueco a nuevos momentos, nuevas sensaciones, nuevas vibraciones.
Cuando espiritualmente te encuentras en el momento y el lugar exacto. Donde necesitabas.
Cuando echas tu mirada hacia atrás y te das cuenta de que todo lo ocurrido tenia que pasar.
Te das cuenta que durante mucho tiempo tenias razón, pero ahora lo ves claro,
¡Hay que vivir el presente!
Te das cuenta de que esas personas que creías que te conocían, nunca lo hicieron.
Estoy donde tenia que estar, en el momento adecuado y haciendo las cosas como las tenia que hacer.
Estoy viviendo nuevamente después de parar de hacerlo.
¡Estoy plena!
Siento que mi mente esta tranquila, y por el momento no me arrepiento de nada de lo que haya podido decir o hacer.
Siento que di todo lo que pude, pero no lo pudieron recibir.
Siento que siento lo que siento porque tengo que sentirlo.
Nuevos caminos se han abierto en mi mente.
Nuevos caminos que solo apuntan hacia una dirección: De frente.
Quiero hacer locuras, vivir, soñar, amar, llorar, reír... quiero.
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