Miedo
¿A que?
A los cambios, a echar de menos, a conocer algo o alguien nuevo, a arriesgar, a salir de tu zona de confort...
Miedo. Esa palabra de cinco letras que tanto daño hace. Lo que no sabemos es que solo nosotros podemos hacerla frente y acabar con ella.
Hace tiempo que yo supere mis miedos, pero sigo siendo participe de los miedos ajenos. Esos miedos que te dañan sin formar parte de ellos, que te tocan, que te invaden, que te rompen en mil y un pedazos.
Pareces fuerte, incluso fria. Lo que no saben es que no todo es lo que parece.
No te conformes, arriesga, no intentes arreglar esa causa perdida, no lo alargues. Yo lo hice y no fue buena idea.
Sal, vive, arriesga, cierra puertas y abre ventanas. Sobre todo haz que tu miedo se esfume y si no puedes con el, al menos no hagas a otras personas participes. No las rompas porque quizás en algún momento de tu vida las necesites enteras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario