Renovarse o morir. Después de una pequeña temporada sin recibir formación (1 mes jaja) tocaba salir a recibir una super formación.
El facilmente engañado Kevin y yo nos fuimos a pasar el fin de semana a Barcelona con motivo del primer dancehall internacional en españa.
Llevabamos semanas emocionados y yo sabia que era lo que iba a encontrar y lo que necesitaba, ese amor por la danza.
Como buenos locos por las compras no podíamos ir a barcelona y no hacer un tour de tiendas, así que decidimos irnos un día antes para fulminar la tarjeta de crédito.
Tiendas Vintage, monumentos, comida, paseos, risas y chorradas varias es lo que ocurría cada momento.
Aprovechamos todo el viernes sin dejar ni una hora libre, pero nuestro destino no era Barcelona capital, si no Sabadell.
Nos esperaban unos 40 minutos de viaje y perdernos un poco para llegar al hotel andando con la maleta y las compras.
Llegamos a la habitación agotados pero aun teníamos que cenar, y nos toco investigar y callejear en busca de algo bueno y sobre todo barato.
Llego el dia de la verdad y comenzaba el curso. Con mil ganas de encontrarme con gente que hacia mucho tiempo que no veía, y con ganas de respirar ese rollo que el dancehall me llena.
Fue increíble, con mil ganas de repetir ( francia me espera este verano) el buen rollo que se podía respirar era genial. Me sorprendió que el dancehall queen me gustara tanto ( toca estudiarlo a fondo para seguir creciendo)
La curiosidad que me dio el dancehall queen desde ese punto de vista fue tan grande que cuando llegue al hotel empece a practicar trucos en diferente muebles de la habitación ( videos en instagram)
Yo no soy una persona a la que le guste la fiesta, pero estaba esperando este momento, la fiesta dancehall y las batallas freestyle. Lo mas¡
El segundo dia empezaba a pesar el cansancio pero la emoción y las ganas de aprender eran mas grandes, así que toco darle duro a todas las clases.
No nos íbamos a ir sin dar un paseo por Sabadell y conocer la zona en la que habíamos estado todo el fin de semana.